Comentarios y notas de Marco Castro desde Santiago de Chile
Recibidas las noticias del Golpe de Estado, y la evidente prohibición de ingreso a Chile, el conjunto decide radicarse en Italia. Ese mismo mes de Septiembre de 1973 toma cuerpo las grabaciones (en exilio) de muchos temas ya grabados, ahora en nueva versión. Nace así el LP “Viva Chile!”, en abierta solidaridad con el pueblo chileno, azotado por la bota fascista. La casa disquera de Milán, Sciascia, se hace parte en el patrocinio musical de Inti Illimani, y es así como en este LP y en muchos siguientes, son producidos y editados por Zodiaco (en producción) y Vedette (en la distribución), ambas denominaciones del mismo sello musical. Los temas incluidos marcan, en su mayoría, notorias diferencias con los temas ya grabados en Chile. Tenemos así, “La Fiesta de San Benito” (ahora en estéreo), “Longuita”, “Alturas”, “Ramis”, “Subida” (estos 4 instrumentales habían sido grabados en Chile hacía pocos meses, en el LP anterior), “Tatatí”, “Rin del Angelito” (estas dos ahora en estéreo), Ahora sí, incluyeron algunas más “combativas”: “Canción del Poder Popular”, “Venceremos”, (también estas dos ahora en estéreo. Grabadas antes en el “Canto al Programa”), “Cueca de la Cut” (tercera versión y segunda en estudio, también ahora en estéreo), “Simón Bolívar” (también ahora en estéreo). La única grabación “nueva” fue “La Segunda Independencia”, que perfectamente calzaba con la contingencia política. Un inicio en el exilio con un pie derecho, cuyo transitar lo acompañaría por muchos años. Suele ocurrir que, bajo instancias adversas y hasta dramáticas, va surgiendo y consolidando el quehacer artístico de la canción comprometida. Inti Illimani pasó a ser sinónimo de éxito folklórico en el extranjero, tanto en calidad como en lo productivo y comercial (en el buen sentido del término). Si bien muchos folkloristas chilenos han “triunfado” fuera del país, el caso de Inti Illimani fue más notorio en cuanto a consistencia y perduración.
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